Ya que subíamos solos nos lo tomamos con calma y aprovechamos la noche anterior.
Gasolinera del alto de la Grajera |
Como la pequeña tenía hambre tuvimos que pasarnos por la gasolinera del alto de la grajera para llenar el depósito.
Con el tanque lleno y viendo la hora que era, decidimos dirigimos hacia Tricio por la A12 para ganar algo de tiempo.
Tomamos la salida y enfilamos el camino a Anguiano. Destacar la cantidad de gente que había en Anguiano ya que a las 14 salían los famosos "Danzadores de Aguiano" y había incluso autobuses para verlos.
De Anguiano hasta el cruce del monasterio de Valvanera todo es disfrute, buena carretera y muuuuuchas curvas que, al haber trazado varias veces, me permiten ir un poco más alegre.
A partir del cruce del monasterio de Valvanera la carretera tiene bastantes piedras, piedritas y gravilla caída en los bordes de la carretera, una pena la verdad. Aún así me permití el lujo de adelantar un Audi TT RS negro mate (precioso)
Llegamos a la Venta de Goyo, aparcamos la moto y hacemos unas de fotos.
Piloto |
Artillera |
Terracita del bar (o el restaurante) |
Después de aparcar entramos al bar con la idea de tomar algo y probar un platito de caparrones entre los dos ya que luego habíamos quedado para comer. Hasta aquí todo sencillo, ¿no? Pues resultó no ser tan fácil (y eso que días antes había llamado para asegurarme de que se podía tomar algo y comer un cacito de caparrones).
Entramos al bar, pedimos unos refrescos (como no me pagan no don nombres) y unos caparrones para compartir, una ración o como lo quiera llamar.
La conversación fue algo así:
- ¿Podría ponernos también unos pocos caparrones para probarlos?
- ¿Cómo?
- Un cuenquito o algo así. Es para probarlos nada más.
Me mira con pasotimo y me dice:
- Aquí no ponemos caparrones, eso tiene que ser en el restaurante.
- Ya, pero no queremos comer. Es sólo para probarlos. Llamé el otro día para comentaros que vendríamos con las motos y tomaríamos unos pocos. Me dijiste que no había problema.
- No se con quien hablaste pero los caparrones en el restaurante, abren en 10 minutos.
Esperamos un rato y pasamos al restaurante.
Cuando entramos no había nadie y alucinaron al decirles que sólo queríamos un plato de caparrones para compartir pero bueno, al final logramos explicarnos y pudimos comerlos.
Ahí van las pruebas.
Caparrones con guindilla |
Le encantan los platos de cuchara |
Yo pensaba que eran los mismos en el bar y en el restaurante pero la conclusión que sacamos es que no.
Total que con la barriga calentita y una sensación rara con respecto a la gestión del sitio nos fuimos bien contentos.
María saltaba y bailaba de alegría (y lo demuestro). Es un lujo compartir esta afición, y muchísimo más, con alguien tan alegre.
La vuelta fue tranquila y ya no pisamos la autovía.
En Anguiano la gente bajaba contenta de ver a los "Danzadores" aunque no tanto como nosotros...
Hasta aquí un ratito de moto para amenizar un domingo cualquiera.
Saludos